APLA Health Condena los ataques a los derechos de las personas trans en el Capitolio

APLA Health Condena enérgicamente las recientes medidas adoptadas por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y la representante Nancy Mace para restringir el acceso de las personas transgénero a los baños y otras instalaciones del Capitolio. Estas medidas divisivas son un intento flagrante de atacar y marginar a una minoría vulnerable en un momento en que el pueblo estadounidense exige soluciones a los problemas reales que enfrenta nuestra nación, como la atención médica, la estabilidad económica y la vivienda asequible. 

El cambio de reglas y la resolución equivocados son una respuesta directa a la próxima e histórica juramentación de la representante electa Sarah McBride como la primera miembro abiertamente transgénero del Congreso. Es frustrante e irresponsable que los miembros del Congreso opten por desviar la atención de cuestiones críticas para centrarse en políticas absurdas de baños que apuntan a una comunidad ya vulnerable. 

Como organización líder en el ámbito de la atención sanitaria para personas LGBTQ+, nos preocupa especialmente el impacto perjudicial que estas medidas tendrán. Esta política no solo socava la dignidad de las personas transgénero, sino que también envía un mensaje peligroso al público estadounidense de que los derechos de las personas transgénero están en debate. La realidad es que las personas transgénero han estado utilizando baños alineados con su identidad de género sin incidentes durante años, incluso dentro de edificios federales, y no hay evidencia de que las políticas de baños inclusivos comprometan la seguridad. 

Esta cuestión es especialmente conmovedora en el marco del Día de la Memoria de las Personas Transgénero que se celebró ayer, un día en el que honramos la memoria de las personas transgénero que han perdido la vida a causa de la violencia. Las acciones del presidente Johnson y del representante Mace sólo sirven para profundizar la discriminación y la marginación que conducen a esa violencia, y alienan aún más a una comunidad ya de por sí vulnerable. Debemos reflexionar sobre cómo políticas nocivas como estas sólo contribuyen a una cultura de miedo y exclusión para las personas transgénero y de género diverso. 

En lugar de dedicarnos a una grandilocuencia política sin fundamento, deberíamos honrar la toma de posesión de la representante electa Sarah McBride y seguir su ejemplo en el trabajo para mejorar las vidas de todos los estadounidenses, en particular las de los más vulnerables. Hacemos un llamamiento a los legisladores de ambos partidos para que vuelvan a centrar sus esfuerzos en soluciones que nos unan, no que nos dividan.